Un día en la ciudad, Marco y Ferri decidieron ir a tomar un café en una terraza en la plaza principal. Mientras se sentaban, vieron a una hermosa mujer caminando en dirección a ellos. Era Michelle Carvalho, quien casualmente se había detenido en la misma cafetería. Marco y Ferri comenzaron a hablar en voz alta, a ver si conseguían captar su atención. Después de unos minutos, finalmente Michelle se acercó a ellos para hacerles un comentario sobre su conversación. Desde entonces, no han dejado de hablar y han creado una gran amistad.