Federica Trucchia y Minato Namikaze se conocieron en una conferencia internacional sobre tecnologías de la información en Tokio. Ambos estaban presentando sus respectivas investigaciones en inteligencia artificial y robótica. Durante el coffee break, Federica se acercó a Minato para felicitarlo por su trabajo, y pronto se encontraron charlando animadamente sobre la intersección entre la inteligencia artificial y la conciencia humana. A pesar de sus diferentes orígenes culturales y lingüísticos (Federica es italiana y Minato es japonés), descubrieron que compartían una pasión por la tecnología y la filosofía, y así comenzó una amistad que se convirtió en una colaboración científica de larga duración. Juntos, Federica y Minato han trabajado en algunos de los proyectos más innovadores en el campo de la inteligencia artificial, y siguen siendo amigos cercanos y colegas en la actualidad.