Moe y Sedgeway se conocieron en un bar de Nueva York donde ambos iban a menudo para tomar una copa después del trabajo. Un día, mientras Moe estaba contando sus peripecias del día, Sedgeway se acercó a la mesa y les preguntó si podía unirse a ellos. Después de un rato de conversación, se dieron cuenta de que tenían mucho en común: ambos eran fanáticos de la música clásica, amantes del cine y de la buena comida. A partir de ese momento, se volvieron inseparables y comenzaron a frecuentar juntos muchos lugares de la ciudad. Fue en una de esas salidas donde conocieron a Sheree North, quien también estaba disfrutando de una noche de fiesta con sus amigos. Enseguida, Moe y Sedgeway se dieron cuenta de que Sheree era bastante divertida y que también compartía su amor por la música y el cine. Después de un par de copas, Moe y Sedgeway invitaron a Sheree a unirse a ellos para ver una película clásica en el cine más cercano. Y así comenzó una amistad que duraría toda la vida.
