John-Kipp y Molly-Bee se conocieron en una tarde de verano en un parque cercano al centro de la ciudad. Ambos estaban disfrutando del sol y la brisa fresca mientras leían sus libros favoritos en una banca cercana. De repente, un fuerte viento hizo que los libros de ambos salieran volando por el aire. Se levantaron rápidamente para tratar de recuperarlos y, al hacerlo, sus manos se tocaron brevemente mientras agarraban el mismo libro. Comenzaron a hablar, compartiendo sus gustos literarios y descubriendo que tenían mucho en común. Decidieron caminar por el parque juntos y continuaron hablando durante horas. El sol comenzó a ocultarse y pronto se dieron cuenta de que habían pasado casi toda la tarde juntos. Intercambiaron números de teléfono y acordaron volver a verse. Desde entonces, John-Kipp y Molly-Bee se han convertido en grandes amigos y disfrutan de largas tardes hablando sobre sus libros favoritos en el mismo parque donde se conocieron.