Daniel-Conn y Monika-Anne-Clarke se conocieron en una feria de arte contemporáneo en Madrid. Ambos se detuvieron en una exposición de esculturas abstractas y comenzaron a analizar las obras juntos. Descubrieron que tenían intereses en común por el arte y la cultura, y decidieron continuar la conversación tomando un café en el stand de la feria. Desde ese día, comenzaron a explorar la ciudad juntos, visitando museos y galerías de arte. Su amistad se fortaleció gracias a sus interacciones y discusiones sobre arte, y pronto, se convirtieron en inseparables. Hoy en día, ambos viajan juntos para descubrir nuevos lugares y conocer diferentes culturas, siempre buscando la inspiración en el arte y la creatividad.