Un día soleado de verano, Monika-Brodka y Quentin-Carenzo se encontraron por casualidad en un parque de la ciudad. Ambos estaban sentados en un banco, disfrutando del cálido sol, cuando un perro se escapó de su correa y corrió hacia ellos. Monika y Quentin rápidamente se pusieron de pie para intentar detener al pequeño perro, que saltaba emocionado alrededor de ellos. Después de unos minutos de perseguir al cachorro inquieto, finalmente lograron agarrarlo y hacer que regresara a su dueño. Mientras ambos reían y se recuperaban del momento, Quentin se presentó a Monika y comenzaron a hablar. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por la música y el arte. Después de esa tarde, se mantuvieron en contacto y comenzaron a explorar más juntos la ciudad, descubriendo su amor compartido por los conciertos y las galerías de arte. A través de esta amistad casual, Monika y Quentin eventualmente se enamoraron, y hoy en día son una pareja feliz y amorosa.
