Amy y Montana se conocieron en un rodaje cinematográfico. Amy era una reconocida actriz y Montana era una actriz novel. Desde el primer día de rodaje, se dieron cuenta de que tenían una gran química en escena y se convirtieron en amigos cercanos en poco tiempo. Durante los descansos del rodaje, hablaban de sus vidas y experiencias en el mundo del cine. Amy le dio algunos consejos a Montana sobre cómo manejar la fama y cómo lidiar con los paparazzi y los fans. Montana, por su parte, le enseñó a Amy algunas técnicas de actuación y le habló sobre su amor por la música. Cuando terminó el rodaje, Amy y Montana intercambiaron números de teléfono y siguieron en contacto. Desde entonces, se han vuelto inseparables y han trabajado juntas en varias producciones cinematográficas y proyectos musicales. Su amistad duradera es un testimonio del poder de las conexiones que se hacen en el camino hacia el éxito.
