Henry Willson fue un agente de talentos y Montgomery Clift fue un actor que trabajó con él. Willson descubrió a Clift y lo representó durante gran parte de su carrera. Sin embargo, la relación entre ellos fue tumultuosa y se dice que Willson abusó sexualmente de Clift. Aunque Clift era homosexual, Willson lo presionó para que mantuviera una imagen heterosexual en público para no perjudicar su carrera en la conservadora industria del cine de la década de 1950. Willson también estaba obsesionado con la apariencia física de Clift y lo sometió a cirugías plásticas para adecuar su rostro a un ideal de belleza masculina. En 1956, Clift sufrió un grave accidente de coche que lo dejó con lesiones faciales y corporales permanentes. Willson, aunque no estuvo presente en el accidente, se encargó de minimizar la gravedad de las lesiones de Clift y se aseguró de que mantuviera su imagen pública. Sin embargo, el accidente afectó gravemente la salud mental de Clift y su capacidad para actuar con la misma intensidad que antes. Más tarde, Clift rompió relaciones con Willson y lo acusó de abuso sexual y explotación. Sin embargo, Willson nunca fue acusado formalmente y siguió trabajando en la industria del entretenimiento hasta su muerte en 1978. Clift luchó con problemas de adicción y salud mental durante toda su vida y falleció en 1966 a la edad de 45 años. Su legado como un icono del cine de la década de 1950 lo convierte en uno de los actores más influyentes de la época.