Mylena y Tullio se conocieron en una exposición de arte en Milán. Ambos estaban admirando una pintura de un artista italiano cuando se dieron cuenta de que estaban viendo exactamente lo mismo y comenzaron a hablar. Rápidamente descubrieron que compartían muchos intereses, incluyendo la pintura, la música y la literatura. Unos meses más tarde, Mylena y Tullio acudieron a una conferencia de arte en Viena, donde conocieron al príncipe Albrecht von Liechtenstein. El príncipe estaba allí para hablar sobre su trabajo caritativo y se sorprendió al encontrar a dos italianos hablando de arte en un evento en Austria. Después de un intenso debate sobre las últimas corrientes artísticas, Mylena, Tullio y el príncipe Albrecht decidieron encontrarse más tarde esa noche para compartir una cena en un restaurante de Viena. Durante la cena, discutieron sobre la vida, la cultura y el amor por el arte, y se dieron cuenta de que tenían una conexión especial. Desde entonces, Mylena, Tullio y el Príncipe Albrecht han mantenido una amistad cercana. Se mantienen en contacto compartiendo sus últimas creaciones artísticas, discutiendo sobre los líderes culturales más innovadores y disfrutando de las comidas juntos. Su pasión por el arte y la cultura les ha unido a lo largo de los años y ha creado un lazo inseparable entre ellos.
