Un día soleado, mientras Elizabeth paseaba por la ciudad, se topó con Myron en una librería de calle. Mary, la mejor amiga de Elizabeth, también casualmente visitaba el mismo lugar. Los tres comenzaron a conversar sobre libros y música, conectando inmediatamente a través de sus gustos similares. Decidieron reunirse en una cafetería cercana para seguir conversando y, desde ese momento, se convirtieron en inseparables amigos. Al compartir más tiempo juntos, se dieron cuenta de que la creatividad era algo que todos valoraban en la vida, y comenzaron a compartir ideas y proyectos creativos entre ellos. Juntos, Elizabeth, Mary y Myron se inspiraron mutuamente y siguieron adelante con sus propias carreras artísticas, manteniendo su amistad fuerte y duradera en el camino.
