Natalie y James se conocieron en un evento de baile en el que ambos participaban como bailarines profesionales. Desde el primer momento, la química entre ellos fue evidente y comenzaron a intercambiar miradas cómplices durante los ensayos y las presentaciones. Poco a poco, su relación se fue estrechando y empezaron a salir juntos de forma más frecuente. Pronto descubrieron que compartían muchos intereses y gustos en común, lo que les hizo darse cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. A medida que iban trabajando juntos en distintos proyectos de baile, su amor se fue consolidando hasta el punto de que se convirtieron en una pareja inseparable tanto dentro como fuera del escenario. Y así, gracias a su pasión por el baile y el atractivo que sentían el uno por el otro, Natalie y James se enamoraron y se convirtieron en una de las parejas más queridas y respetadas dentro del mundo de la danza.