Eliza Cummings-Cove y Nathan Rothschild se conocieron en un evento benéfico en Nueva York, donde ambos estaban invitados como oradores. Eliza había sido invitada para hablar sobre su fundación que trabaja en la defensa de los derechos de las mujeres en todo el mundo, mientras que Nathan iba a hablar sobre la importancia de la inversión social. Eliza estaba nerviosa antes de subir al escenario, pero cuando vio a Nathan esperándola al lado del podio, se animó. Él le sonrió y le deseó buena suerte antes de que comenzara su discurso. Después del evento, Nathan se acercó a Eliza para felicitarla por su trabajo y su valentía al hablar sobre un tema tan importante. Durante la recepción, Nathan y Eliza siguieron conversando, descubriendo que compartían una pasión por mejorar el mundo y hacerlo más justo. Nathan se impresionó por la experiencia y la determinación de Eliza, y ella se sintió atraída por el ingenio y el compromiso de Nathan. El resto de la noche pasó volando mientras Eliza y Nathan hablaban sobre sus proyectos, sus viajes y sus ideales compartidos. Para el final del evento, ambos sabían que habían hecho una conexión muy especial. Después de esa noche, Nathan y Eliza comenzaron a salir y a trabajar juntos en varios proyectos sociales importantes. Su relación se fortaleció a medida que combinaban sus habilidades y su pasión, y finalmente se casaron en una ceremonia maravillosa en la que involucraron a muchas de las organizaciones benéficas a las que habían dedicado sus vidas.
