Natsuhi y Coral-Ortega se conocieron por casualidad en una cafetería. Natsuhi estaba sentada en una mesa, escribiendo en su libreta de notas, mientras que Coral-Ortega estaba de pie, esperando su pedido. De repente, la bandeja de Coral-Ortega se deslizó por la mesa y cayó al suelo, haciendo un ruido fuerte. Todos en la cafetería voltearon a ver, pero Natsuhi fue la única que se acercó a ayudarla. Coral-Ortega estaba avergonzada, pero Natsuhi le ofreció un pañuelo y empezaron a hablar. Descubrieron que tenían mucho en común, como su amor por la poesía y la música clásica. Desde ese día, se convirtieron en buenos amigos y comenzaron a compartir sus trabajos creativos con el otro. En poco tiempo, su amistad se convirtió en una relación amorosa, y ahora son inseparables.