Marie-Dominique Culioli y Nicolas Sarkozy tenían una estrecha relación, ya que Culioli trabajó como abogada para Sarkozy durante gran parte de su carrera política. Culioli, a través de su bufete de abogados, representó a Sarkozy en varios casos legales, incluyendo uno en el que Sarkozy fue acusado de aceptar sobornos del multimillonario francés Liliane Bettencourt. Además de su papel como abogada de Sarkozy, Culioli también fue una amiga cercana del presidente francés. Según informes, ella asistió a la boda de Sarkozy con Carla Bruni en 2008 y también fue vista en eventos sociales con el ex presidente. Después de que Sarkozy dejara la presidencia de Francia en 2012, surgieron informes de que Culioli había sido víctima de escuchas telefónicas ilegales por parte de las autoridades francesas como parte de una investigación sobre un caso de corrupción de alto perfil. A pesar de estos informes, la relación entre Culioli y Sarkozy parece haber permanecido fuerte. En una entrevista con el periódico Liberation en 2019, Sarkozy llamó a Culioli "una mujer excepcional" y "una gran amiga".
