Chris-Johnson y Nikki-Jayne se conocieron en una galería de arte en Nueva York. Chris estaba admirando una serie de pinturas abstractas, cuando de repente vio a Nikki parada a su lado, disfrutando de la misma pieza. Él la notó inmediatamente por su cabello rubio largo y sus elegantes botas negras. Intrigado por su presencia, Chris se decidió a entablar conversación y preguntarle su opinión sobre la obra. Nikki respondió con entusiasmo y desarrollaron un diálogo animado sobre arte y cultura. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la música y la literatura. Después de intercambiar números de teléfono, Chris-Johnson y Nikki-Jayne continuaron hablando durante semanas. Finalmente, se encontraron para tomar un café en Greenwich Village, donde descubrieron que tenían una conexión especial. Desde entonces, han estado juntos, compartiendo su amor por el arte y la cultura en todas sus formas.
