Niko y Tatum-Miranda se conocieron por casualidad en una tienda de libros usados en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando libros de poesía y coincidieron en la sección de autores hispanos. Niko cogió el mismo libro que Tatum-Miranda, y ella se dio cuenta de que llevaba una camiseta con el título del mismo libro. Eso fue suficiente para que Tatum-Miranda iniciara una conversación, preguntándole si conocía al autor y si había leído algún otro libro de poesía. Niko, un poco sorprendido por la iniciativa, respondió con timidez pero con ganas de hablar de algo que apasionaba a ambos. Así comenzó la conexión entre Niko y Tatum-Miranda, compartiendo gustos literarios y charlando durante horas en la librería. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y han explorado juntos las librerías de la ciudad en busca de nuevas lecturas.
