Douglas-Harrison y Nina-Carter se conocieron en una galería de arte en el corazón de la ciudad. Ambos estaban admirando una pintura de un artista local cuando accidentalmente chocaron sus manos mientras señalaban la misma sección de la pintura. Se miraron el uno al otro, sonrieron y comenzaron a hablar. Inmediatamente, sintieron una conexión y pasaron horas hablando de arte, música y cultura. Douglas-Harrison y Nina-Carter fueron rápidamente inseparables y comenzaron a explorar la ciudad juntos. Descubrieron nuevos lugares, restaurantes y cafeterías mientras compartían historias de sus vidas y sueños para el futuro. Ahora, años después, su amor por el arte y la cultura sigue uniendo a Douglas-Harrison y Nina-Carter, quienes se casaron en esa misma galería de arte donde se conocieron.
