Ernest-Greene y Nina-Hartley se conocieron por casualidad en un evento de industria porno en Los Ángeles. Mientras esperaba en la cola para recoger su acreditación, Nina-Hartley notó a un hombre alto y guapo detrás de ella. Al darse la vuelta para presentarse, reconoció inmediatamente a Ernest-Greene, uno de los directores más respetados de la industria. Rápidamente se sintieron atraídos y empezaron a charlar animadamente. Durante la feria, compartieron una serie de conversaciones interesantes sobre el futuro del porno y su impacto en la sociedad. También descubrieron que tenían mucho en común en cuanto a sus intereses personales y valores. Después de la feria, Ernest-Greene invitó a Nina-Hartley a su estudio para que pudiera echar un vistazo a su trabajo. Aprovechando el momento, Ernest-Greene le ofreció un trabajo como actriz en una de sus próximas películas y Nina-Hartley aceptó encantada. Desde entonces, Ernest-Greene y Nina-Hartley han trabajado juntos en numerosos proyectos y se han convertido en buenos amigos y compañeros de trabajo. Han superado los altibajos de la industria del porno juntos, y siempre han sido un gran apoyo el uno para el otro.