Oleg y Olga se conocieron en una fría tarde de invierno en San Petersburgo, Rusia. Ambos estaban en una tienda comprando comida para sus mascotas cuando sus manos se rozaron al tomar el mismo paquete de comida para gatos. Sus ojos se encontraron por un instante y ambos se sonrojaron. Oleg se disculpó tímidamente y Olga le sonrió amablemente. La conversación fluyó de manera natural y descubrieron que vivían a pocas cuadras de distancia. Decidieron caminar juntos hacia sus casas y durante el trayecto hablaron de sus gustos, hobbies y trabajos. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y que compartían una gran pasión por la música. A partir de ese día, comenzaron a verse regularmente y a practicar juntos en un pequeño estudio de grabación que habían alquilado. Poco a poco, la amistad se convirtió en algo más y finalmente se enamoraron. Desde entonces, Oleg y Olga han estado juntos, compartiendo su amor por la música y apoyándose mutuamente en todo lo que hacen. Son un equipo inseparable, unidos por una conexión que surge una vez en la vida.
