Un día Jana y Oliver se encontraron por casualidad en una librería. Ambos estaban buscando el mismo libro y al llegar al mismo estante se dieron cuenta de que eran las únicas dos personas en toda la tienda que lo querían. Después de una breve conversación sobre el libro, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y decidieron tomar un café juntos. Ese café se convirtió en una cita, y esa cita en muchas más. Ahora, Jana y Oliver son una pareja felíz, y siempre recuerdan su primer encuentro en aquella librería como algo especial y mágico.
