Oliver y Rachel se conocieron en una fiesta de amigos en común. En cuanto se miraron, sintieron una conexión especial y empezaron a hablar. Descubrieron que compartían muchos intereses y pasatiempos, así que decidieron seguir en contacto después de la fiesta. Comenzaron a salir juntos y disfrutaron de citas románticas en lugares interesantes. Aprendieron mucho el uno del otro, y su amor creció con el tiempo. Finalmente, decidieron formar una pareja, y su relación se convirtió en una historia de amor inolvidable que aún sigue en su apogeo.