Otto von Bismarck y Johanna von Puttkamer eran cuñados, ya que Johanna era la hermana de la esposa de Bismarck, Johanna von Bismarck. Johanna von Puttkamer fue una importante influencia en la vida de Bismarck, quien la describió como "una criatura sincera, desinteresada y buena". En una carta escrita por Bismarck en 1866, el canciller alemán mencionó a Johanna como un apoyo importante en su vida, y se cree que fue ella quien convenció a Bismarck para que regresara a la política después de una crisis personal en la década de 1850. La relación entre los dos continuó siendo cercana a lo largo de los años, y Johanna incluso actuó como consejera de Bismarck en asuntos personales y políticos. En 1897, Johanna falleció, lo que afectó profundamente a Bismarck. Él escribió una carta a su amigo y confidente, el príncipe Philipp zu Eulenburg, en la que describió el dolor que sentía por la pérdida de Johanna. La carta decía así: "Mi cuñada Johanna, que fue una ayuda y un consuelo en los tiempos difíciles, ha muerto, y siento la pérdida como la de mi propia hermana".
