Mick Jagger y P.P. Arnold tuvieron una relación profesional muy cercana en la década de 1960. Arnold era una cantante de soul estadounidense que se mudó a Londres en busca de trabajo. Fue allí donde conoció a Jagger y se unió a su gira en 1966 como corista para los Rolling Stones. Arnold también trabajó en otros proyectos mientras estaba en Inglaterra, colaborando con artistas como Eric Clapton y Small Faces. Pero su trabajo con Jagger continuó en los años siguientes, incluyendo una aparición en la película de los Rolling Stones "Sympathy for the Devil" y en el álbum en solitario de Jagger, "She's the Boss". A pesar de que su colaboración fue exitosa, los problemas personales de Arnold la obligaron a regresar a los Estados Unidos en la década de 1970. Aunque su relación profesional con Jagger se desvaneció, los dos mantuvieron una amistad y respeto mutuo a lo largo de los años.