Bruno Ferrari y Paloma Duarte se conocieron en la fila para comprar un café en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. Ambos llegaron al mismo tiempo y comenzaron a conversar mientras esperaban su turno. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por el arte y la música. Después de tomar sus café y pastelitos, intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir. Se dieron cuenta rápidamente de que estaban enamorados y se convirtieron en una pareja inseparable. Ahora, cinco años después, todavía están juntos y agradecen por haberse encontrado uno al otro ese día en la cafetería.
