Mariano y Pamela se conocieron en una fiesta en la playa. Él estaba jugando voleibol y ella estaba sentada en la arena disfrutando del sol. Él cometió un error en el juego y la pelota se acercó a donde estaba Pamela. Sin pensarlo dos veces, ella la atrapó y se la devolvió con una sonrisa. Mariano quedó impresionado por la habilidad y belleza de Pamela, así que se acercó a hablar con ella. Desde ese momento, comenzaron a charlar y a reír juntos. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y se dieron cuenta de que era el inicio de una gran amistad. Con el tiempo, esa amistad se convirtió en amor y juntos construyeron una vida llena de aventuras y felicidad.