Colin Moynihan y Pamella Bordes tuvieron una relación en la década de los 80s, cuando ambos trabajaban como políticos en el Partido Conservador del Reino Unido. Bordes era una secretaria de la oficina del diputado de Moynihan en ese momento y se convirtió en su amante. Sin embargo, la relación terminó cuando estalló el escándalo sexual de Bordes. En 1989, Bordes fue acusada de proporcionar servicios sexuales a empresarios y políticos de alto nivel y también se descubrió que había obtenido una visa fraudulenta de un funcionario del Ministerio del Interior. Moynihan se vio envuelto en el escándalo cuando se reveló que había intervenido para ayudar a Bordes a obtener una visa de trabajo en el Reino Unido. Aunque no se encontró ninguna evidencia de que Moynihan supiera sobre las actividades de Bordes, su reputación quedó dañada por la asociación. Después del escándalo, Moynihan se retiró de la política activa y se convirtió en presidente del Comité Olímpico Británico. Por su parte, Bordes desapareció de la vida pública y se mudó a los Estados Unidos.