Tom Berenger y Patricia Álvaran se conocieron en una cafetería de Nueva York. Ambos estaban parados en la fila para hacer sus pedidos y cuando llegó su turno, Tom se tropezó y derramó su café caliente en la mano de Patricia. Ella gritó del dolor y Tom se disculpó una y otra vez. Después de ayudarla a poner hielo en la mano, él le invitó a un café para compensar lo ocurrido. A partir de ahí empezaron a tener citas en la misma cafetería y así comenzó su relación amorosa que continúa hasta el día de hoy.
