Patricia Highsmith y Kathryn Cohen tuvieron una relación amorosa durante casi una década, a pesar de que Highsmith era abiertamente homosexual y Cohen era una mujer casada. Highsmith conoció a Cohen en 1958, cuando esta última se acercó a la famosa escritora en una librería en Nueva York. Desde ese momento, comenzaron una apasionada relación que duró hasta 1967. A pesar de su intensa conexión, Highsmith y Cohen mantuvieron su relación en secreto, especialmente debido a las presiones de la época y el estigma alrededor de la homosexualidad. Highsmith incluso declaró públicamente que nunca había tenido una relación amorosa duradera con una mujer. Sin embargo, la relación entre Highsmith y Cohen fue una influencia significativa en la obra de Highsmith. Algunas de sus obras más conocidas, como "Extraños en un tren" y "El talento de Mr. Ripley", presentan temas y personajes homosexuales. Después de que su relación con Cohen terminara, Highsmith pasó por una serie de relaciones tumultuosas, pero la influencia de Cohen en su vida y obra permaneció hasta su muerte en 1995.
