Jerry y Patricia se conocieron en un día lluvioso en París. Ambos buscaban refugio en una cafetería cuando casualmente se encontraron sentados en la misma mesa, compartiendo el mismo deseo de un café caliente y un croissant fresco. El ambiente en la cafetería era relajado y tranquilo, lo que permitió a los dos extraños iniciar una conversación casual y divertida. Descubrieron que compartían intereses comunes, como viajar, la música y la cocina. Jerry quedó impresionado por la belleza de Patricia, mientras que ella se sintió atraída por el sentido del humor y la personalidad encantadora de Jerry. Después de varias horas de charla, la lluvia había dejado de caer y la cafetería estaba a punto de cerrar. Jerry se arriesgó a pedirle a Patricia su número de teléfono, y ella sonrió y aceptó. Desde ese día, Jerry y Patricia han sido inseparables, viajando por todo el mundo juntos y construyendo una vida llena de amor y aventuras.
