Un día, mientras Misae estaba caminando en la playa, se encontró a Patrick, un extraterrestre con forma de estrella de mar. Al principio, Misae se sorprendió, pero después se maravilló con la creatura. Patrick le contó a Misae que había aterrizado en la Tierra por accidente y estaba buscando una forma de volver a casa. Juntos, Misae y Patrick comenzaron a hacer planes para ayudar a Patrick a regresar a su hogar. Trabajaron juntos durante días para construir una nave espacial, y finalmente lo lograron. En el momento de la despedida, Misae se sintió triste de que Patrick tuviera que irse, mientras que Patrick estaba agradecido de haber conocido a alguien tan amable y valiente como Misae. A partir de ese momento, cada vez que Misae miraba al cielo nocturno, siempre se preguntaba si Patrick había logrado volver a casa.
