Jacqueline Witte fue la esposa de Paul Newman desde 1958 hasta el fallecimiento del actor en 2008. Se conocieron mientras Newman filmaba la película "El estafador" en 1956, cuando Witte trabajaba en el departamento de producción de la película. La pareja se casó en Las Vegas en 1958 y tuvieron tres hijas juntos: Susan, Stephanie y Melissa. Durante su matrimonio, Newman y Witte mantuvieron una relación privada y lejos de los medios de comunicación, y se mantuvieron juntos hasta la muerte de Newman. Además de su matrimonio, Witte también trabajó en la producción de varias películas de Newman, incluyendo "Harry el sucio" y "El golpe". Después de la muerte de Newman, se reveló que había dejado toda su fortuna a su esposa, lo que provocó cierta controversia entre sus hijos, que argumentaron que habían sido excluidos del testamento. A pesar de las tensiones familiares, Witte se mantuvo firme en su posición y continuó viviendo su vida en privado, dedicándose a sus intereses personales.