Un día, Lesley-Ann Warren y Paul Stanley se encontraron en un café en Los Ángeles. Lesley-Ann estaba disfrutando de su café mientras Paul estaba buscando inspiración para escribir nuevas canciones. De repente, Lesley-Ann escuchó una melodía que le gustó mucho y se acercó a Paul. "¿Eres tú quien está tocando esa hermosa melodía?", preguntó Lesley-Ann. "Sí, lo soy", respondió Paul. "Estoy tratando de escribir algo nuevo para mi banda, KISS". A partir de ahí, comenzaron a hablar y descubrieron que tenían mucho en común. Lesley-Ann había actuado en varias películas y Paul siempre había sido un gran fan del cine. También descubrieron que amaban la música y que compartían una pasión por tocar instrumentos. Así fue como comenzó su amistad y colaboración artística. Después de ese día, Lesley-Ann y Paul se convirtieron en buenos amigos y comenzaron a trabajar juntos en varias canciones para la banda KISS y películas en las que Lesley-Ann actuaba. Juntos, crearon algunas de las piezas de música más memorables de la década de 1980 y 1990.