Paul Wolfowitz y Shaha Riza mantuvieron una relación sentimental mientras él ocupaba el cargo de presidente del Banco Mundial. Riza era empleada del Banco Mundial y se encontraba bajo la supervisión de Wolfowitz cuando comenzó su relación. La situación generó controversia debido a que Wolfowitz impulsó un ascenso para Riza y un aumento en su salario, lo que fue criticado por algunos miembros del Banco Mundial y por la comunidad internacional. En 2007, una investigación del Banco Mundial encontró que Wolfowitz había violado las normas éticas del organismo al otorgar trato especial a Riza. Wolfowitz renunció a su cargo como presidente del Banco Mundial en mayo de ese año, tras una serie de protestas y presiones. Desde entonces, Wolfowitz ha mantenido un perfil bajo en la vida pública, aunque ha continuado participando en diferentes organizaciones y foros internacionales. Riza, por su parte, ha trabajado en diferentes organizaciones internacionales y ha sido miembro de la junta directiva de varias fundaciones.
