Un día, mientras Nacho Viale caminaba por el centro de Buenos Aires, se encontró con una sorpresa inesperada: una bella joven llamada Paula Chávez, quien accidentalmente chocó contra él mientras se apresuraba a cruzar la calle. A pesar del incidente, Nacho y Paula rápidamente comenzaron a conversar y descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por la cocina y el cine clásico. Después de pasar horas hablando y riendo juntos, Nacho y Paula intercambiaron números y continuaron saliendo y explorando la ciudad juntos. Pronto, se dieron cuenta de que habían encontrado el compañero perfecto en el otro y comenzaron una relación amorosa duradera que siempre recordarían como el día en que se encontraron en el centro de Buenos Aires.