Un día, mientras Pedro-Guedes caminaba por la playa, encontró a Telma-Santos haciendo yoga en la arena. Quedó impresionado por su postura y decidió acercársele. Después de unas palabras amables, Telma reconoció a Pedro de los programas de televisión en los que había participado y quedó sorprendida al notar lo humilde y sencillo que era. Desde entonces, comenzaron a hablar regularmente en la playa, hasta que una tarde Pedro la invitó a un café para conocerse mejor. Ambos compartieron sus historias de vida y descubrieron que tenían más en común de lo que imaginaban. Ahora, son inseparables y viven una bonita historia de amor que comenzó en la playa.
