Peggy Ashcroft y Rupert Hart-Davis fueron amigos cercanos durante muchos años. Se conocieron cuando Hart-Davis estaba estudiando en la Universidad de Oxford en la década de 1930 y Ashcroft estaba en Londres actuando en el teatro. Se hicieron amigos y mantuvieron una correspondencia regular durante décadas. Aunque nunca fueron pareja romántica, algunos biógrafos sugieren que Hart-Davis estuvo enamorado de Ashcroft durante muchos años. Ashcroft, por su parte, valoraba la amistad de Hart-Davis y solía recurrir a él para pedir consejos y ayuda. En 1951, Hart-Davis empezó a publicar una serie de libros de bolsillo bajo la marca Penguin Books, que se convirtieron en un gran éxito. Ashcroft, que había trabajado con él en el teatro, le pidió a Hart-Davis que le publicara su diario de viaje, que incluía anécdotas y reflexiones sobre su carrera. El libro, titulado "The Rose Without a Thorn" (La rosa sin espinas), se publicó en 1952 y fue un éxito modesto. A lo largo de los años, Ashcroft y Hart-Davis mantuvieron una amistad cercana, aunque es cierto que hubo algunos altibajos en su relación. En ocasiones, Ashcroft se quejaba de que Hart-Davis era demasiado crítico con sus actuaciones, mientras que Hart-Davis se quejaba de que Ashcroft no le daba suficiente crédito por su éxito como editor. En definitiva, la relación entre Peggy Ashcroft y Rupert Hart-Davis fue una amistad larga y compleja, marcada por el respeto y la admiración mutua, aunque también por algunos desencuentros y diferencias.
