Gavin Doyle y Pernilla Fransander se conocieron en una conferencia sobre tecnología en San Francisco. Ambos estaban sentados en la misma mesa durante la cena de bienvenida y empezaron a conversar. Gavin estaba impresionado por el trabajo que Pernilla había logrado en su empresa sueca y ella se sorprendió por las habilidades tecnológicas de Gavin. Durante la cena, no pararon de hablar y reír, y descubrieron que tenían muchas cosas en común. Al final de la noche, Gavin le pidió a Pernilla que lo acompañara a dar un paseo por la ciudad y ella aceptó. Durante el paseo, se dieron cuenta de que había una conexión especial entre ellos. Desde ese momento, Gavin y Pernilla nunca se separaron y su amor continúa creciendo hasta el día de hoy.