Peter-Bland y Cha-Cha-Seigne se conocieron en una exposición de arte moderno en París, Francia. Ambos quedaron impresionados por la obra del otro y comenzaron a conversar. Después de un rato, se dieron cuenta de que compartían muchos intereses y decidieron ir a tomar un café juntos. Durante su conversación, descubrieron que habían estudiado arte en la misma universidad, aunque en diferentes años. También descubrieron que habían perdido contacto con varios amigos en común. Entre risas y anécdotas de la época universitaria, Peter y Cha-Cha decidieron colaborar en un proyecto artístico juntos. A partir de ese momento, comenzaron a trabajar juntos y su amistad fue creciendo día a día. La combinación de la técnica de Peter y la creatividad de Cha-Cha dio como resultado una obra única e innovadora que pronto sería reconocida en el mundo del arte contemporáneo. Desde entonces, Peter-Bland y Cha-Cha-Seigne continúan trabajando juntos y disfrutando de su amistad en la ciudad del amor y siempre están buscando nuevas formas de expresarse a través del arte.
