Peter y Laura se conocieron en la cafetería de la Universidad de Columbia, donde ambos estaban estudiando cine. Mientras esperaban en la fila para pedir su café, notaron que llevaban la misma camiseta de Star Wars y empezaron a conversar sobre sus películas favoritas. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por el cine independiente y su pasión por contar historias con imágenes. Con el tiempo, se hicieron amigos cercanos y comenzaron a colaborar en varios proyectos cinematográficos juntos. Poco sabían en ese momento que su amistad se convertiría en una exitosa asociación creativa que los llevaría a dirigir algunas de las comedias más populares de Hollywood.
