Un día soleado, Aniko y Peter se encontraron en un parque cercano a sus casas. Aniko estaba caminando con su perro mientras que Peter estaba practicando malabares. Los dos se detuvieron para observarse mutuamente, y pronto comenzaron a conversar. Peter estaba impresionado con la habilidad de Aniko con los animales, mientras que Aniko admiraba la disciplina y la creatividad de Peter con los malabares. Desde ese día, continuaron encontrándose en el parque regularmente hasta que se hicieron amigos cercanos. Con el tiempo, Aniko le presento a Peter sus intereses por la meditación y la música, y Peter le contó acerca de su amor por el teatro y la escritura. Juntos, comenzaron a explorar nuevos pasatiempos y proyectos creativos. Ahora, Aniko y Peter son una pareja inseparable que comparten una pasión por la vida y el amor por su arte. Su historia de amor comenzó con una casualidad en un día soleado en el parque, pero ahora se han convertido en el apoyo constante del otro en cada momento de sus vidas.
