Catalina I de Rusia y Pedro el Grande fueron cónyuges y gobernantes de Rusia. Pedro el Grande, considerado uno de los más grandes líderes de Rusia, se casó con Catalina mientras aún estaba casado con su primera esposa, Eudoxia Lopukhina. La relación de Pedro y Catalina fue muy apasionada, aunque a menudo tempestuosa. Catalina nació en Livonia, actualmente Letonia, en 1684. Se mudó a San Petersburgo como sirvienta y fue descubierta por Pedro el Grande en 1702. Pedro la tomó como su amante y la elevó al rango de su amada. En 1712, Pedro otorgó a Catalina el título de "princesa consorte de Rusia" y en 1724, tras la muerte de su primera esposa, Pedro y Catalina se casaron oficialmente en la Catedral de San Isaac. Catalina acompañó a Pedro durante sus viajes por Europa y se involucró en la política y la diplomacia de Rusia. Después de la muerte de Pedro en 1725, Catalina se convirtió en la emperatriz gobernante de Rusia durante dos años. Durante su breve reinado, mejoró las relaciones entre los diferentes grupos étnicos y religiosos de Rusia, estableció hospitales y orfanatos y supervisó la construcción de la Iglesia de San Isaac. Catalina murió en 1727 debido a complicaciones de una enfermedad de transmisión sexual que contrajo de Pedro. Fue enterrada junto a él en la Catedral de Pedro y Pablo en San Petersburgo. Aunque su reinado fue breve, Catalina es recordada por su papel en la modernización y el progreso de Rusia, y como la esposa leal y amorosa de Pedro el Grande.
