Barbara Hutton y Philip Morgan Plant comenzaron su relación en la década de 1930, cuando ella tenía 18 años y él 22. Plant era un playboy rico y aventurero, y rápidamente se convirtió en el amor de la vida de la joven heredera. A pesar de que la pareja parecía ser feliz al principio, la relación pronto se convirtió en una pesadilla. Plant era infiel y adicto a las drogas, y gastaba enormes cantidades de dinero en frivolidades y juegos de azar. Hutton intentó en varias ocasiones terminar la relación, pero cada vez que lo hacía, Plant la manipulaba para que volviera con él. La pareja finalmente se casó en 1942, en medio de la Segunda Guerra Mundial. La boda fue un evento extravagante, y Hutton gastó más de un millón de dólares en la ceremonia y la fiesta posterior. Sin embargo, el matrimonio no duró mucho tiempo. Plant continuó con su comportamiento imprudente y autodestructivo, y Hutton finalmente se cansó de él. Se divorciaron en 1945, después de solo tres años de matrimonio. A pesar de todo el dolor y la tristeza que causó su relación con Plant, Hutton logró recuperarse y vivió una vida plena y significativa después de su divorcio. Se casó tres veces más y se convirtió en una destacada filántropa y promotora de la moda y el arte.
