Deborah Coyne y Pierre Trudeau tuvieron una relación romántica en la década de 1980 que resultó en el nacimiento de una hija, Sarah Elizabeth Coyne Trudeau, en 1991. Coyne era una abogada y académica conocida por su trabajo en derecho constitucional, mientras que Trudeau era el ex primer ministro de Canadá y una figura política destacada en la historia del país. Trudeau nunca reconoció públicamente a Sarah como su hija biológica, pero Coyne presentó una demanda para establecer la paternidad en la década de 1990. La prueba de ADN confirmó que Trudeau era el padre biológico y finalmente acordó proveer financieramente para cuidar a Sarah. Coyne y Trudeau mantuvieron su relación de manera privada después del nacimiento de Sarah, y Coyne ha hablado poco públicamente sobre su relación con Trudeau y el impacto en su vida. Después de la muerte de Trudeau en 2000, Coyne se convirtió en una comentarista política en Canadá y ha seguido trabajando en temas relacionados con el derecho constitucional y el derecho de familia.
