Polgar-Krisztina y Szabolcs-Kaldau se conocieron en una feria de ajedrez en Budapest. Ambos eran jóvenes talentos en ese momento y estaban compitiendo en el torneo. Durante una ronda, se encontraron cara a cara en la mesa de ajedrez y pronto se dieron cuenta de que tenían una conexión única. A medida que el juego progresaba, comenzaron a tener conversaciones divertidas e interesantes que los mantuvieron enganchados durante horas. A partir de ese día, empezaron a encontrarse regularmente y eventualmente se convirtieron en amigos cercanos y compañeros de entrenamiento. Con el tiempo, sus sentimientos mutuos se hicieron evidentes y Polgar-Krisztina y Szabolcs-Kaldau se dieron cuenta de que estaban enamorados. Desde entonces, han estado juntos, forjando una conexión profundamente amorosa basada en su amor compartido por el ajedrez.
