El príncipe Andrew, segundo hijo de la reina Isabel II del Reino Unido, ha estado en el centro de una controversia por su relación con Virginia Roberts. Roberts, quien ahora se hace llamar Virginia Giuffre, ha sido una activista destacada en el movimiento #MeToo. Roberts ha afirmado en varias ocasiones que fue forzada a tener relaciones sexuales con el príncipe Andrew en tres ocasiones diferentes. Estas presuntas agresiones ocurrieron cuando ella tenía 17 años y eran parte del círculo social de Jeffrey Epstein, un financiero estadounidense condenado por abuso sexual y tráfico de menores. El príncipe Andrew ha negado categóricamente haber tenido relaciones sexuales con Roberts, y también ha dicho que no recuerda haberla conocido. Sin embargo, se han hecho públicas fotografías de ambos juntos en diferentes momentos, lo que ha llevado a la especulación sobre la veracidad de las palabras del príncipe. La relación entre el príncipe Andrew y Virginia Roberts ha sido objeto de numerosos artículos de prensa y ha sido examinada detenidamente por las autoridades británicas y estadounidenses. En agosto de 2019, el príncipe emitió un comunicado en el que decía que lamentaba haber sido amigo de Jeffrey Epstein. Sin embargo, no se ha pronunciado sobre las acusaciones específicas de Roberts. La historia de Roberts y su relación con el príncipe Andrew ha sido considerada por muchos como un ejemplo del poder y la influencia que los hombres ricos y poderosos pueden tener sobre las mujeres jóvenes e indefensas. También ha llevado a un mayor escrutinio sobre la falta de transparencia y rendición de cuentas en la monarquía británica.