El príncipe Carlos y la princesa Diana se casaron en 1981 y su relación se convirtió en una de las más icónicas y conocidas en la historia de la realeza británica. Sin embargo, su matrimonio estuvo plagado de problemas y escándalos desde el principio. A pesar de que al principio parecían estar enamorados, la relación entre Carlos y Diana se complicó rápidamente. Carlos era conocido en ese momento por ser una persona reservada y poco demostrativa en público, mientras que Diana era una persona extrovertida y muy querida por el público. Además, Carlos y Diana tenían intereses y personalidades muy diferentes, lo que generó muchos conflictos en su relación. Diana era una persona muy compasiva y comprometida con causas sociales, mientras que Carlos estaba más enfocado en sus deberes como príncipe heredero y su papel en el ejército. A medida que pasaba el tiempo, los problemas en la relación se hicieron más evidentes. Hubo rumores de infidelidad por parte de ambos, y Diana comenzó a sufrir problemas de salud mental, lo que agravó aún más las tensiones en su matrimonio. Finalmente, en 1992, Carlos y Diana anunciaron su separación. El divorcio se finalizó en 1996 y Diana murió trágicamente en un accidente automovilístico en 1997. A pesar de todos los problemas que tuvieron, la relación entre Carlos y Diana ha sido una de las más analizadas y debatidas en la historia de la realeza británica.