Cuando Helena Bordon y el Príncipe Harry se conocieron por primera vez, ambos estaban en una fiesta privada en un lujoso hotel de Nueva York. La noche estaba en pleno apogeo cuando un grupo de amigos en común presentó a los dos. A pesar de ser de diferentes partes del mundo, sintieron una conexión instantánea entre ellos. Durante la noche, se encontraron charlando y riendo juntos, compartiendo historias y risas. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, entre ellas su amor por la moda y su dedicación a la caridad. La noche pasó volando y antes de que se dieran cuenta, se hizo de día. A partir de ese momento, comenzaron a salir juntos en secreto y desarrollaron un vínculo fuerte y auténtico. Se mantenían al tanto a través de mensajes de texto, llamadas y encuentros en persona cada vez que podían, a pesar de las dificultades logísticas. Finalmente, al cabo de unos meses, decidieron hacer público su romance. A pesar de la atención mediática y el escrutinio del público, su amor floreció y decidieron seguir adelante juntos, haciendo frente a cualquier desafío que se presentara.
