Norman Lonsdale y la Princesa Margaret eran amigos cercanos durante muchos años. Lonsdale era un aristócrata británico y un compañero constante de la princesa, y se creía que era uno de sus confidentes más cercanos. Se dice que la relación entre ambos era platónica y que se basaba en una amistad profunda y duradera. Lonsdale conoció a la princesa en 1949 cuando se unió a su círculo de amigos en la vida social londinense. Desde entonces, se convirtió en un miembro constante de su compañía, y se decía que a menudo se reunían para jugar al tenis o para pasear juntos por los jardines. Aunque la relación nunca fue romántica, La princesa Margaret según se rumoraba si sentía cierta atracción hacia esta persona, y Lonsdale fue uno de los pocos amigos cercanos que permaneció su lado después de su dramática ruptura con Peter Townsend. Lonsdale murió en 1987, y la princesa Margaret lo recordó con cariño en una entrevista en 1997, en la que dijo: "era alguien a quien amaba, era mi amigo en quien confiaba y lo extraño mucho". La relación entre Norman Lonsdale y la Princesa Margaret fue verdaderamente leal y sincera, y aunque nunca se casaron o mantuvieron una relación amorosa, su amistad es considerada una de las más duraderas y cercanas en la vida de la princesa Margaret.