Tan Yuling fue la esposa de Puyi, el último emperador de China y último gobernante de la dinastía Qing. Su relación comenzó en 1962, cuando Puyi se encontraba en prisión en Manchuria, y se casaron en 1967. Tan, quien era veinte años menor que Puyi, fue una de las pocas personas que lo visitaba en la cárcel, y se ganó su amor y confianza. Después de su matrimonio, Tan se convirtió en la compañera constante de Puyi. Ella lo acompañó en su exilio en la provincia de Jilin y luego en Beijing, donde vivieron hasta su muerte. A través de su amor y apoyo, Tan ayudó a Puyi a superar sus traumas y a reconciliarse con su pasado como emperador. Sin embargo, la relación entre Tan y Puyi no fue siempre fácil. Puyi era un hombre difícil de tratar y su temperamento en ocasiones era violento. También tenía amantes, lo que causó conflictos en su matrimonio. A pesar de esto, Tan se mantuvo fiel a su esposo y lo apoyó hasta el final de su vida. En resumen, la relación entre Tan Yuling y Puyi fue una historia de amor compleja, llena de altibajos, pero que sobrevivió a pesar de los obstáculos. Tan fue una presencia constante en la vida de Puyi y lo ayudó a superar su pasado, lo que hizo que su relación fuera única y especial.
