Qamhat-Maahes y Tracey-E-Edmonds se conocieron en una inusual circunstancia. Ambos estaban en una tienda de antigüedades y al llegar al mismo objeto comenzaron a discutir sobre su historia y su valor. Al final, se dieron cuenta de que ambos eran expertos en el tema y comenzaron a intercambiar historias e ideas. La discusión fue tan animada y divertida que decidieron tomar un café juntos y seguir hablando. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y han colaborado en varios proyectos relacionados con la conservación y el estudio de objetos antiguos.